La Naturaleza en estado puro
El Tajo es un inolvidable compañero de viaje en Ribatejo. El río acompaña al visitante hasta el final y se queda con él mucho tiempo después. Su cauce y sus orillas se disfrazan en cada estación y en cada visita, siempre los mismos y siempre renovados. El Tajo marca la vida y los ritmos, y es también el responsable de los tres tipos de paisajes de la zona: la "lezíria", los "bairros"; y las "charnecas" o páramos.La "lezíria", o "borda d'água" es el entorno ribereño, las zonas inundables, fértiles y llanas que combinan las pintorescas imágenes de los arrozales y trigales con las de las vacas y caballos pastando. El "bairro", al norte del Tajo, es un familiar paisaje de viñas y olivares con un terreno arcilloso o calcáreo de un cálido tono marrón y con una vida muy ligada a las cosechas. Al otro margen del río, las "charnecas" o páramos ofrecen una belleza desnuda de suelos secos y arbustos endémicos que invitan al recogimiento.